MARTES 19 DE NOVIEMBRE

Atención,atención.Habla el pasajero de la 720..El viaje va según lo previsto.Continuaremos informando

La noche la pasé sin ningún tipo de molestia. Lo único incomodo para un tío como yo que al dormir da tropecientas vueltas fue eso, no poder darme la vuelta en la cama. Alternaba, de lado para dormir, derecha, izquierda.
Paco, el de al lado, porque al otro ya lo habíamos mandado a paseo, dio sus primeras señas como  gran roncador de la noche hospitalaria. Esa noche fue suave, debió de ser que aún tendría restos de anestesia que dormí bien y no me enteré mucho .
La primera actividad del día era la ducha jjjj. Allí se presentaban las enfermeras y me duchaban en mi camita. Yo solo tenía que dejarme hacer. Apenas unos minutos y aseadíto que me quedaba. Eso me hacía imaginarme cual  Rajá jjjj.
Me habían puesto una epidural, la verdad es que decían que dolía tanto, yo la verdad no me enteré de nada, una simple pequeña molestia. Dicha epidural está conectada a una máquina que se llama C.P.I una maravilla. Cada poco tiempo te manda una pequeña dosis de anestesia, para que no sientas ningún tipo de dolor, también tiene un botón al le puedes dar tu si sientes dolor, no porque le des muchas veces te manda más anestésico, si no lo que hace es adelantar el envío de anestesia, por si sientes mucho dolor.
Me habían metido dos sondas. Una que iba desde la vejiga, hasta una bolsa a la que caía el pis, y la otra una sonda cuya función era drenar la zona operada para evitar cualquier tipo de infección.
Por primera vez en mi vida, meaba sin enterarme. La bolsa a la que caía mi pis, tenía una capacidad de 2 litros. Es increible la cantidad de líquidos que perdemos. Líquidos que cuando tu dominas tus esfinteres, no tienes la sensación de  expulsar tanta cantidad. Os puedo decir que todas las mañanas sobre las 8 de la mañana venía una enfermera a vaciarla y la mayoría de la veces estaba llena. Siempre median la cantidad de pis que hacías. Esa bolsa estuvo pegada a mi durante toda mi estancia en el complejo hospitalario. La vedad es que en esta planta las imágenes no son muy agradables. Todos los pacientes salen a pasear por el pasillo, una mano siempre está ocupada aguantando la dichosa bolsa con los restos del pis. Yo cuando me pude levantar opté por atarla a mi pierna y esconderla dentro del pijama .
 La primera sorpresa queme llevo es cuando entró Zeltia en la habitación. Zeltia es una chica a la que conozco desde hace muchos años, por razones de trabajo. desde que era muy pequenita venía a clases de equitación. Yo la vi crecer y ella mi envejecer jjjj, siempre tuvimos y una muy buena relación, no solo con ella sino con sus padres y otros miembros de la familia como su tío Angelito, compañero de Batallas en el circo y en Benposta durante muchísimos años. Zeltia esta haciendo enfermería y le tocaban las prácticas en esa planta.
                AQUÍ OS PRESENTO A ESTA BELLEZA LLAMADA ZELTIA

Tengo que agradecerle lo pendiente que siempre estuvo de mí, cada vez que sus prácticas se lo permitían se venía a la 720 y charlábamos. Yo la verdad es que la veía disfrutar muchísimo con sus prácticas, lo vivía, seguramente dará una buenísima enfermera. Todos los días, su trabajo era tomarme la tensión, la fiebre y hacerme las curas le tocaba.
Ese día por la mañana vinieron las primeras visitas, Tato, Gómez, Churry y Alejandra, que venían de Coruña de ver a Mónica y se iban para Madrid, creo recordar que también  vino Asun, no recuerdo ahora si alguien más. Por tanto la mañana estuvo movidita, se me pasó sin enterarme. risas, anécdotas...  yo no estaba para muchas risas porque los puntos de la zona del drenaje me tiraban bastante cada vez que me reía.
Churry y Alejandra cumplieron con la promesa de traerme una revista con fotos en color subidas de tono, como habíamos acordado jjj había que empezar a estimular la libido, que se iba a tirar muchos meses en el paro.jjj Por lo que me trajeron el INTERVIÚ


Visita al pasajero de la 720.
Como se aprecia en la instantánea el pasajero lo tienen narcotizado y medio sedado para que se este quietecito y no acose al personal femenino y sobre todo no se disfrace de celador para bajarse a la cantina a tomarse unas birras a su lado el uno de los cuatro capellanes que esta en nómina del chou, el Padre Jesús Gómez Sabín rezandole el rosario para que se porte como los demás heridos en combate.


                                   EL GRAN JESÚS GÓMEZ
Comenzaba a extrañar la comida, estaba ya un poquito harto de comer a través de la mis venas. Ese día me sentía no se porqué eufórico, es como si de repente me hubiesen inyectado dosis de vitalidad. Estaba esperando que llegasen las seis de la tarde, porque ese día además de otras visitas venían mis hijos, Axel e Izan y eso para mi fue un subidón, ya tenía muchísimas ganas de verlos. También vieron mis cuñados, Carla Y Felipe.
Mis cuñados viven y trabajan en Verín. Se volcaron conmigo , pero sobre todo con Ana, que fue la que tuvo que lidiar con todas las responsabilidades, sobre todo las de los niños. Ellos llevaban y traían a Izan de sus actividades, luego se iban para el hospital a estar conmigo... En todo momento estuvieron atentos a cualquier cosa que hiciese falta y allí estuvieron ellos. Por todo esto nunca sabré como agradecérselo. Bueno, sí, una buena churrascadita en la finca.jjjjj.
Cada vez que tenían una día libre de su trabajo en Verín, a Ourense que se venían y se ponían a disposición para lo que hiciese falta.
Esa tarde hubo muchas visitas, mis sobrinos, Tatiana y Cristian, Mª José, Calvo, Ross, mi otra cuñada, , Vanessa una de mis jefas en la hípica, que casualidades de la vida vino a verme a mí y se encontró en la habitación a Paco que vive en su pueblo, Javi y Asun que me trajeron un aparato, parecido a un DVD cargado de pelis para que por las noches no me aburriese. MI suegra y más gente que ahora no recuerdo..
A mi me encantaba que la habitación estuviese llena de gente, vamos si de mi dependiese,  nos habríamos montado allí una fiestecita, pero hay que respetar a los que están al lado, que si están allí no es por voluntad propia. Nos lo pasábamos pipa, risa por aquí, comentario por allí, cachondeo por el otro lado... no me daban tiempo para aburrirme. Es más yo que soy un culo inquieto, pensaba que los días de hospitalización, se me iban  hacer eternos, pues todo lo contrario, casi no me enteré, se me pasaron volando.
Ana siempre se quedaba conmigo hasta tarde, por más que le insistía que se fuese para casa, no se iba para casa hasta por lo menos las 10.30 de la noche. Era invierno y hacía ya  bastante frío y aunque la caminata era pequeña, a mí particularmente no me molaba que anduviese sola a esas horas por la calle. Era el único tiempo que teníamos para estar solos y como buenos padres, invertíamos casi todo el tiempo hablando de nuestros hijos, del cole, de como se estaba portando Axel, por cierto, Ana estaba un poco disgustada con su comportamiento. 
Una vez que se marchaban yo mataba el tiempo viendo la tele y cuando me cansaba me enchufaba a la radio, entre otras cosas para mitigar las consecuencias de los ronquidos del compinche de habitación.
Era ya mi segundo día sin levantarme de la cama y ya me costaba coger la posturita.
Esa noche no pudimos pegar ojo, ya os imagináis, tocaba concierto del de al lado.


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